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El día de Ocasio-Cortez

Publicado originalmente en El Salto Diario 

No se espera que mujeres como Alexandria Ocasio-Cortez se postulen a las elecciones a la Cámara de Representantes. Sin embargo, esta joven latina es un símbolo de los tiempos de cambio que se miden en los comicios de mitad de mandato que se celebran hoy, 6 de noviembre, en Estados Unidos.

 

Nueva York

Este martes se celebran elecciones legislativas en Estados Unidos, unas elecciones que representan un plebiscito para el presidente Donald Trump y su gestión, a dos años de haber ganado las elecciones presidenciales, aun con tres millones de votos menos que la candidata demócrata Hilary Clinton. Es también el día que una mujer afroamericana puede ser, por primera vez, elegida gobernadora de Georgia y que una mujer del Bronx y latina, Alexandria Ocasio-Cortez  aspira a ser la representante más joven que nunca ha pisado el Congreso.

Son las elecciones de mitad de mandato (mid term), en las que se eligen un tercio de los asientos del Senado (35) y la totalidad de los de la Cámara de Representantes (435). Los demócratas  lo ven como el momento de recuperar el Congreso, formado por las dos cámaras, para poder hacer frente a las políticas agresivas del presidente Trump y tener más poder para llevar adelante la investigación especial de Robert Mueller sobre la supuesta injerencia rusa, y para preparar un posible impeachment contra Trump.

La diversidad de Estados Unidos no está representada políticamente porque la mayoría de los políticos son hombres de mediana edad y blancos. Estas elecciones suponen un cambio en este sentido por ser una elección de “primeras veces”. Será la primera vez que una candidata de color se presenta como gobernadora de Georgia, una mujer joven, latina y de clase trabajadora puede ser elegida para la cámara de representantes y es la primera vez que una mujer transgénero opta al cargo de gobernadora, en este caso del Estado de Vermont. Puede ser, también, la primera vez que una mujer indígena llegue al Congreso, la demócrata  Deborah Haaland —por Nuevo México—, y en Michigan se puede dar la misma situación con la primera mujer musulmana, Rashida Tlaib, hija de migrantes palestinos. En Florida, el candidato demócrata, Andrew Gillum, puede convertirse también en el primer gobernador afroamericano del Estado.

la candidata socialista del bronx

En las calles de uno de los barrios de Queens se escucha la canción de Juan Luis Guerra “El costo de la vida”. Las personas caminan apresuradas mientras algunos voluntarios de la candidata Alexandria Ocasio-Cortez reparten flyers. La gente corre para llegar al trabajo, como es el caso de un señor mexicano que tiene que entrar a trabajar en un restaurante. Cuando ve la cara de Alexandria en uno de los flyers dice: “Está haciendo un buen trabajo, yo no puedo votar, pero si pudiera la votaría”. Comenta que supo de ella porque la mencionaron en la iglesia donde va los domingos.

Alexandria Ocasio-Cortez se convirtió en una estrella después de ganar las elecciones primarias del Partido Demócrata en el distrito del Bronx y Queens contra el congresista en funciones, Joseph Crowley, en una victoria que nadie esperaba, ya que Crowley llevaba desde 2004 sin ningún contrincante. Con tan solo 28 años puede convertirse en la congresista más joven de la cámara de representantes.

Nacida en el Bronx hija de una familia de clase media de origen puertorriqueño, Ocasio-Cortez ha retado al establishment demócrata con un programa progresista heredero de la campaña de Bernie Sanders. Ocasio-Cortez defiende el salario mínimo a 15 dólares la hora (una demanda que dio lugar a la campaña fight for 15), la anulación de las matriculas en las universidades, la creación de un programa de sanidad pública y la abolición de la policía migratoria. Se autodefine como socialista. No acepta dinero de las corporaciones ni de las grandes fortunas. Con su piel oscura, su energía joven y su duro trabajo representa este cambio que las minorías están llevando a cabo en un país donde la media de edad del Congreso es de 57 años.

En la oficina de la candidata, un pequeño apartamento en una placita del barrio de Elmhurst, en Queens, se concentran los voluntarios que están recorriendo las calles del distrito, llamando puertas, haciendo llamas y mandando mensajes. La oficina está llena de voluntarios.

Gael Kostolensky es una voluntaria que ha venido desde Nueva Jersey en el bus de campaña electoral de Ocasio-Cortez, Bus for Progress. Gael le pregunta a una mujer con dos niños si conoce a Alexandria y esta le contesta que sí. Gael le explica que Alexandria está a favor del cuidado gratuito de niños. La voluntaria explica que decidió venir a hacer campaña para Ocasio-Cortez porque cree que el cambio es posible y que “estas elecciones son muy importantes para el futuro del país”.

Un señor anda repartiendo publicidad de su negocio. Dice que un día Alexandria apareció en la puerta de su casa. Es conocido que la clave de la victoria de la joven fue la campaña en la calle de llamar puertas y convencer a las personas para que fueran a votar. “La estrategia es hablar con la gente, con toda la gente posible porque, aunque alguien sea un inmigrante que no puede votar, conoce a gente que podrá hacerlo”, comenta Virginia Ramos, la codirectora de campaña. “Les hablamos a todos, tratamos de ir cara a cara en la puerta de sus casas o apartamentos o cuando están saliendo del metro”.

Virginia Ramos comenta que la candidatura de Ocasio-Cortez es también una gran inspiración para las niñas latinas: “ellas están viendo a alguien que es como ellas que está llegando y que lo está logrando”. En el vídeo de su campaña electoral para las primarias Ocasio-Cortez decía: “nací en un lugar donde tu código postal define tu destino”. Muy bien lo saben los vecinos del Bronx, uno de los distritos más pobres de Nueva York. En el vídeo la joven también dice: “No se espera que las mujeres como yo se postulen a las elecciones”. Ella se postuló y ganó las primarias. Mañana podría convertirse en la mujer más joven en el Congreso.

La ola azul y los Estados clave

Georgia siempre ha tenido gobernadores hombres y blancos. Se cifra en 589 los linchamientos de personas de color entre 1877 y 1950, según la organización Equal Justice Initiative. Recientemente, ha habido acusaciones de que se está tratando de impedir el voto de las personas de color los días antes de las elecciones. Stacey Abrams, abogada y escritora afroamericana de 44 años, tratará de romper con ello enfrentándose al republicano Brian Kemp. Georgia fue uno de los Estados clave para la Confederación durante la Guerra Civil. Es otra de las candidatas a contracorriente en unas elecciones en las que se pone a prueba la polarización del país.

La ola anti-Trump, que surgió como respuesta a su victoria en noviembre de 2015, espera vivir un cambio hacia una “ola azul”, como se denomina la intención de los demócratas de ganar posiciones.

Los estados clave en esta batalla son Nevada y Arizona, donde se producirán las luchas más reñidas en el día de hoy y donde los demócratas pueden ganar a los republicanos. En Arizona, con una población latina cada vez más elevada, la batalla entre la demócrata Kyrsen Sinema —primera congresista abiertamente bisexual— y la republicana Martha McSally puede acarrear uno de los cambios más importantes en el mapa político estadounidense. Otras claves pasan por Ohio, Indiana, Missouri, Montana y Tennessee.

En el Senado los demócratas tienen menos posibilidades de ganar ya que tienen que defender más asientos que los republicanos. La cámara, además, da la misma representación al Estado más poblado, California, que al Estado con menos personas, Wyoming. Los Estados rurales tienen menos habitantes y tienden al voto republicano. Por otro lado, la Cámara de Representantes puede ser más fácil de recuperar para los demócratas.

En las elecciones también se eligen a 36 gobernadores de 50 Estados. Los gobernadores son los presidentes locales de cada Estado y tienen influencia en temas tan importantes como la legislación que afecta el uso de las armas o a las políticas de sanidad.

El presidente Trump ha controlado la narrativa de las elecciones que ha girado en torno a su figura y a la inmigración, tema que ya explotó en su campaña presidencial. La caravana de migrantes hondureños cruzando México para llegar a los Estado Unidos ha sido uno de los temas que más ha preocupado al presidente, que ya ha empezado a mandar efectivos del ejército a la frontera. El presidente ha destacado la mejora de la economía que vive el país y la baja tasa de desempleo. Los demócratas han centrado su oposición en la sanidad y la economía más que centrarse en el rechazo a la figura de Donald Trump.

Las elecciones han estado marcadas por el asesinato la semana pasada de 11 personas judías en una sinagoga de Pittsburgh. La regularización del uso de las armas es un tema que divide a demócratas y republicanos. El país vivió el año pasado la tragedia del instituto de Parkland en Florida, en el que 17 personas perdieron la vida en un tiroteo que generó una ola de manifestaciones a favor del control de las armas. A raíz de este hecho, mucha población joven se movilizó para inscribirse para votar.  Otro hecho que ha marcado la campaña electoral fueron una serie de paquetes sospechosos en las casas de destacados miembros del partido demócrata y sus simpatizantes.

Los crímenes de odio han subido un 12% por segundo año consecutivo en los Estados Unidos, según el FBI. Algunas personas consideran que el discurso de odio del presidente ha generado que los supremacistas blancos se sientan más cómodos en mostrarse públicamente. Mientras el supremacismo se apunta una siniestra acumulación de crímenes, las elecciones dan un reflejo mucho más ajustado de la diversidad de un país que mañana puede amanecer con una candidata anti-establishment en su apolillada Cámara de Representantes.

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